jueves, 15 de agosto de 2019

LA MENTA Y SU ORIGEN



La menta, también llamada menta piperita y yerba de zapo, es una hierba comestible propia de las regiones mediterráneas –como Italia o la Provenza francesa– y de Asia central, aunque el principal productor mundial sea Estados Unidos. Suele cultivarse en huertos y jardines, pero también es posible encontrarla creciendo de forma espontánea en zonas con elevada humedad.
El origen de esta planta está estrechamente ligado a la tradición europea, de hecho, hay constancia de que las civilizaciones griega y romana la utilizaban para sus baños con el objetivo de aromatizar y fortalecer el cuerpo. Además solían añadirlas a sus platos para aromatizar y dar sabor e incluso se utilizaban en ritos religiosos. La planta de la menta suele medir unos 70 centímetros de altura y no requiere grandes cuidados, por lo que es muy típica en los hogares. La menta alcanza su apogeo en verano, el momento perfecto para recoger sus hojas con las que preparar una deliciosa limonada o un refrescante mojito. A día de hoy es muy utilizado en la elaboración de pastas de dientes, enjuagues bucales, chicles o caramelos, ya que proporcionan un aliento fresco. Pero a parte de para mejorar la boca, también suele utilizarse por sus propiedades positivas para el aparato respiratorio y digestivo, incluso para frenar el mal de altura.

Sofia Sarango

No hay comentarios:

Publicar un comentario